¡¡Aquí está el primer capítulo!! Seguro que os trae alguna sorpresilla. ;) Y no os preocupéis si no hay mucho romance o cosas así, que las habrá.
Me levanto temprano, pero más tarde de lo habitual. Abro los ojos al comprobar la hora que es y salgo corriendo de mi habitación. Entro en la de Luke y le doy un beso, mi hermano pequeño es un dormilón. Luego voy a visitar a mis padres, no están en sus camas, por lo que se encontrarán en algún sitio lejos de la casa, en el bosque.
Me acerco en la cocina con una bolsa de caza que me regaló mi madre cuando cumplí 10 años, cojo dos panes recién hechos y unos glaseados. Todo son especialidades de mi padre y sonrío al recordar el día que me enseñó a hacer pan.
Cojo una hoja de papel y les dejo una nota.
Me voy a ver a Rue, no volveré a la hora de la comida. Voy a comer con ella en el Distrito 11.
Besos, Katia.
La nota no es muy larga, pero es lo suficiente para que no se preocupen. Antes de salir por la puerta miro una foto que mis padres tienen colgada en el salón, se trata de un cuadro que mi padre pintó muchos años antes de que yo naciera. En él, se ve la Veta en los tiempos del Presidente Snow. Cuando mis padres pasan por aquí, habeces les recorre un escalofrío y se tienen que alejar, pero para mí simboliza el pasado que esperamos que no vuelva a suceder.De camino al tren pienso más en Rue, me acuerdo del día en el que la conocí. Yo tenía... 5 años creo.
Hace 11 años:
Mi madre me ha traído al Distrito 11 para visitar a la familia de una vieja amiga suya. Recuerdo muy bien como se llamaba, Liss. Tiene 40 años y tres hijos, es la mayor de tres hermanos y perdió a su hermana mayor en los juegos del hambre. Su pelo es largo y negro, es de tez morena y ojos castaños. Cuando mira a su hija mayor siempre sonríe tristemente.
Ese día, cuando llegamos a casa de Liss, no tuvimos una buena bienvenida. Liss y su hija mayor estaban esperándonos en la puerta.
-Hola Liss. -La saludó mi madre con un abrazo.
-Hola Katniss, hola Katia. -Yo la saludo con la cabeza y ella señala a su hija con la mano. -Katniss, esta es mi hija mayor Rue. Rue está es Katniss Everdeen y su hija.
Cuando mi madre va a saludarla con un abrazo, ella se aparta y sale por la puerta.
-Perdónala Katniss, tiene mucho genio pero en realidad es una buena chica. -Se disculpa Liss bajando la cabeza.
-No pasa nada. Es... normal que se comporte así.
Pero yo no lo entendía, ¿por qué se tenía que comportar así?
-Iré hablar con ella. -Digo con la cabeza agachada, pensativa.
-Está bien hija, pero no te vayas muy lejos.
Yo asiento y me despido de mi madre y de Liss
Busco por sitios cercanos a la casa y no encuentro nada. Me alejo un poco más, ¿qué me puede pasar? Entonces veo algo, es como una sombra o algo parecido.
Me acerco un poco más a ella y no la alcanzo hasta entrar en el bosque, le toco el hombro para que pare de andar y ella no parece asustarse. Se da la vuelta y me mira, antes parecía un poco tensa, pero aquí es como si se sintiese segura.
-¿Por qué estás cabreada con mi madre?
-Por mi tía. –Me contesta, clavándome sus ojos y mirándome fieramente.
-Ya sé lo de tu tía, pero no hace falta que lo pagues con mi madre.
Me siento a la sombra de un árbol y ella se sienta conmigo. Yo estoy un poco cabreada, y ella avergonzada.
-¿Cómo decías que te llamabas? –Me pregunta tras un rato en silencio.
-Katia.
-Rue.
Me ofrece su mano y yo la acepto, sonreímos y reímos. Ahora que me puedo fijar en ella hay algo que me llama muchísimo la atención, ¡es igual que su tía! Tiene el pelo rizado, solo que ella lo lleva en trenzas peinado para atrás, los ojos marrones y la tez morena. Durante todo el día, estuvimos hablando pacientemente sobre los temas que nos molestaban, cosas que pensábamos que se podían cambiar… Pero en realidad, casi no sabíamos lo que decíamos, sólo teníamos cinco años. Pero nos hicimos muy buenas amigas.A partir de ese día, nos visitábamos mutuamente todos los días. Un día ella venía al 12 y otro iba yo al 11.
Mientras pienso en todo lo que me ha pasado con ella, ya he cogido el tren y estoy camino del Distrito 11. Esperando el momento de encontrarme con Rue…
